Orgullos y prejuicios

El Clásico entre el Barça y el Madrid, aunque no esté nada en juego. adquiere una dimensión insospechado.

Puede haber Clásicos inocuos e inútiles pero siempre serán cuestiones de vida o muerte, apasionantes, el mayor espectáculo futbolístico europeo. Aunque el Barça y el Madrid estuvieran en mitad de la tabla la expectación global sería semejante. Fue un gran partido en el que no había que ganar un título o arrebatarlo al adversario. La gran cuestión que se disputaba es si Ernesto Valverde continuaba invicto. Y lo consiguieron Ter Stegen, Messi, Luis Suárez, Piqué, Iniesta, Rakitic y el resto de jugadores que se hicieron el pasillo a si mismos, improvisadamente, al final de una noche de alegrías compartidas. La Liga tiene un gran valor, especialmente para quienes transcurrimos 14 años sin conseguir una. El árbitro Hernández Hernández, canario, no se dio cuenta que había perdido el control del partido y tomaba decisiones arbitrarias que exacerbaron a personajes tan templados como Brutagueño o a portavoces siempre comedidos como Amor. Fue bueno y malo para el Barça y para el Madrid lo que evidencia que fue un incompetente que no supo leer la carga emotiva ni futbolística del choque.

El Colegio de Árbitros tiene que exigir una formación más exigente para sus alumnos antes de enviarlos a ollas hirvientes como fue el Camp Nou la noche del domingo. Orgullos heridos y prejuicios exagerados. Zidane no se reservó para Kiev lo mejor que tiene. Quiso enviar un mensaje a Jürgen Klopp del Liverpool que perdió con el Che lsea con un Salah eclipsado. A juzgar por los resultados de los últimos cinco años el que más probablemente podría ganar una final de Champions al Madrid sería el Barça. Pero esta oportunidad no la ha facilitado todavía la historia. Ya llegará.

El Madrid ha ganado al Atlético y al Valencia en finales entre equipos españoles. Messi tiene que asegurarse el Balón de Oro y Valverde ha de conducir al equipo al récord de la invencibilidad en toda una temporada. Ha sido un año duro pero formidable que a tres partidos de concluirse lo que importa no son los títulos ya conseguidos sino acabar invictos. Seguimos en tiempos de vacas gordas.

Publicado en Mundo Deportivo el 8 de mayo de 2018

  1 comentario por “Orgullos y prejuicios

  1. El Sr. Foix remata con un «seguimos en tiempos de vacas gordas». Sin duda la prensa deportiva utilia un lexico distinto al generalista.
    Pan y futbol y embolica que fa fort.
    El arbitro muy mal (para todos). En este pais se trabaja muy mal.
    Lo de Valverde es de sombrerazo.
    Doblete y tentetieso.
    Visca!

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