Putin, rumbo a lo desconocido

Putin se enfrenta a Occidente y al orden internacional al enviar tropas para garantizar la escisión de dos provincias de Ucrania.

Putin es la estrella del momento de la geopolítica mundial. El Kremlin ha sido el centro de operaciones en el marco de una curiosa mesa alargada en la que ha despachado con Scholz, Macron y otros líderes mundiales. Ha hablado en formato telemático con Biden y se encontró con Xi Jinping en Pekín en una visita de gran relevancia geoestratégica. Toda esta frenética actividad diplomática ha conducido a cruzar militarmente la frontera con Ucrania.

No es solo una ofensiva para recuperar territorios­ perdidos tras el desmoronamiento de la Unión Soviética a partir de 1991. Es una confrontación con los valores de Occidente aprovechando las divisiones y las ha­bituales crisis de las democracias. El Kremlin actuó en 1956 aplastando la revuelta de Hungría cuando la expedición anglo-francesa a Suez contra Nasser fracasó por la ausencia intencionada de los Estados Unidos de Eisenhower. Hungría fue aplastada.

La primavera de Praga de 1968 coincidió con las revueltas del Mayo francés que el general De Gaulle no pudo controlar, y abandonó el Elíseo al año siguiente. Checoslovaquia siguió en el Pacto de Varsovia.

En 1979 Brézhnev ordenó la invasión de Afganistán coincidiendo con el fiasco del presidente Carter al querer rescatar los diplomáticos americanos rehenes en la embajada de Washington en Teherán. Fue un error de cálculo y, según algunos historiadores, el comienzo del fin del imperio soviético.

El reconocimiento de las repúblicas ucranianas de Donetsk y Luhansk como estados independientes se produce en un momento psicológico particular pensando que las democracias están en declive frente a la fuerza militar de Rusia y el éxito económico de China, bajo el control del Partido Comunista.

El envío del ejército ruso para proteger a las dos provincias escindidas unilateralmente es un desafío al orden internacional. Las reacciones políticas y económicas serán duras si solo se trata de esta escisión del Donbass. Pero Putin dijo en su discurso que Ucrania en su conjunto no era independiente de la Rusia eterna. Si el objetivo es anexionar Ucrania, habrá resistencia interior y muy posiblemente respuesta de la OTAN.

Rusia no ha entendido ni compartido nunca las derivadas de la Revolución Gloriosa inglesa de 1688 ni las de la Revolución Francesa de 1789. Los rusos no han conocido la libertad ni con los zares ni con los comunistas ni con Putin. Intervinieron cibernéticamente en las elecciones que ganó Trump en el 2016, en el Brexit británico y en la política catalana, como señaló The New York Times hace unos meses. Siempre han intentado debilitar Occidente desde dentro de las instituciones de las sociedades democráticas.

Es una batalla política, económica y eventualmente militar. Pero, sobre todo, es un enfrentamiento cultural que pretende romper la hegemonía de Occidente en los últimos tres siglos. Putin no le tiene miedo a Europa y pienso que tampoco a Estados Unidos. Pero debería saber que al margen de la victoria compartida de Rusia en la II Guerra Mundial contra Hitler, todas las operaciones militares en el exterior las ha perdido. También Estados Unidos en Vietnam, Afganistán e Irak. Bauman decía que “permanecer en el territorio atacado durante un periodo de tiempo prolongado ya no se considera una victoria sino un evidente fracaso”. Las guerras empiezan con euforia y acaban en fiasco y en desgracias. Aun en estos momentos dramáticos hay que buscar un punto de encuentro.

Publicado en La Vanguardia el 23 de febrero de 2022

  6 comentarios por “Putin, rumbo a lo desconocido

    • » En opinicon del embajador Gonzalo Ortiz la guerra de Ucrania será breve. A nadie interesa mantener la tensión demasiado tiempo. Probablemente Ucrania termine siendo un país neutral y reconociendo la independencia de los dos territorios separados. «M.Guindal

      Es un conflcto complicado, para decir hoy quien gana y quien pierde, de momento pierden los de siempre, los ciudadanos, los civiles, las vidas humanas, de las personas que estaban alli, sin ninguna culpa de nada

  1. «La agresividad de Putin impresiona, claro.
    No estamos acostumbrados por estos lares a este tipo de política beligerante.
    Putin necesita la distracción que ofrece la guerra. La economía de Rusia es del tamaño de la española, pero tiene una población de 145 millones. Su BIP es más bajo que el de Turquía. Las lujosas tiendas de Moscú y Sankt Petersburg son al alcance de muy pocos , la gran mayoría de los rusos vive en la pobreza «Eva A

  2. Veo una Europa dividida en naciones con las consecuentes luchas de poder entre ellas, Estados Unidos construyendo murallas y saliendo de organismos internacionales, y Rusia intentando consolidar sus fronteras con acciones militares esporádicas. Son señales de declive en todas estas zonas del mundo. Me da la sensación que el futuro es China que está construyendo un nuevo munco con inversiones en los demás países asiáticos, en África y en otras partes. Recomiendo el libro de Peter Frankopan: «Las Nuevas Rutas de la Seda, Presente y Futuro del Mundo.»

  3. En un gesto democratico que le honra, Putin ha pedido al Senado autorizacion para enviar tropas al extranjero.
    Creo que ha salido que si puede.

    Por lo demas en los madriles siguen con Casero, Carromero y Calimero en un espectaculo abracadabrante protagonizado por unos tontos muy tontos.

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