Un equipo sin ambición

El lamentable arbitraje de Mateu Lahoz no esconde el poco entusiasmo de los jugadores del Barça.

En los tiempos dulces de Luis Enrique, el Barça ganaba títulos de tres en tres y de cinco en cinco. Venía de la época victoriosa de Pep Guardiola. Son remarcables las dos Ligas seguidas ganadas por Valverde. Alguien tendrá que explicar algún día el porqué de su sustitución. En ese periodo dorado del barcelonismo había un conjunto sólido, con talento, en el que destacaba una delantera que ya es mítica: Leo Messi, Luis Suárez y Neymar. Se supo fichar bien y las facultades se optimizaban. Aquella herencia fue muy provechosa. Estas tres estrellas, por razones muy diversas, ya no están.

El Barça que vimos en el derbi en el Camp Nou juega como si aquellos genios del fútbol todavía estuvieran en una plantilla que tiene muchas promesas pero que no ha madurado suficiente todavía para convertirse en un equipo ganador. La marcha de Messi es un antes y un después en la historia del Barça. No solo por ser el icono principal del barcelonismo, posiblemente de todos los tiempos, sino porque los fichajes que se han hecho no han dado los resultados esperados.

El talento es menor, que me perdone Lewandowski, y, por lo tanto, Xavi Hernández tiene que suplirlo con una mayor entrega de los jugadores, el agotar todos los segundos de todos los minutos, no refugiarse en la chulesca exhibición tarjetera de Mateu Lahoz, una mayor preparación física y con menos posesión y más eficacia. La Liga y la Copa son asequibles si se cambia de actitud. El Barça tiene que dejar de mirar por el retrovisor y construir un futuro de campeón. Fichar mejor, con criterios estrictamente futbolísticos y no por intereses de unos y de otros.

Publicado en Mundo Deportivo el 3 de enero de 2023

  2 comentarios por “Un equipo sin ambición

  1. Això de l'»estil Barça» està obsolet, perquè qualsevol equip sap com parar-lo: enlloc de perseguir la pilota mentre els del Barça se la passen i els cansen, ara els esperen al darrere i ni es cansen ni els deixen passar. Així de senzill.
    Aquesta defensa contra l»estil Barça» la va inventar el Mourinho en un partit de Xampions Inter-Barça, tornada d’una semifinal en què el Barça va haver d’anar a Milà en autocar per una vaga de controladors aeris. Em sembla que allà guanyà l’Inter i aquí varen empatar. El tema de la vaga i el viatge en autocar va emmascarar la realitat.

    Jugant amb Messi, Neymar, Suárez, Iniesta, Xavi i tants altres, tot era possible, però el futbol modern és molt més vertical, ràpid. I físic. I crec que el Xavi no es capaç de fer jugar així,

  2. Del Barça de las estrellas al Barça estrellado. Aquest any patirem Sr. Foix.

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