La indiferencia a la verdad

Trump ha vuelto con vigor cabalgando sobre la mentira y la negación de los hechos. Desgraciadamente, tiene muchos partidarios y puede batirse con Joe Biden en las elecciones de 2024

Volvió Donald Trump en una noche televisiva negando la realidad y poniendo en marcha la máquina de la mentira y de los hechos alternativos. Es el mismo Trump que sigue negando la validez de los resultados electorales del 2020, que no se siente responsable de alentar el asalto al Congreso el 6 de enero del 2021, que dijo no aceptar el veredicto del jurado de Manhattan que le acusa de haber abusado sexualmente de una escritora hace más de treinta años.

La periodista Kaitlan Collins le sometió a preguntas basadas en hechos y Trump le negaba las evidencias. El espectáculo tuvo lugar en la noche del miércoles en una sala del Ayuntamiento de Manchester (Nuevo Hampshire) abarrotada de público partidario de Trump, que le reía y aplaudía las gracias y las groserías contra la entrevistadora y contra todos los que no comparten su visión de Estados Unidos y del mundo.

Lo peor que muestran los populismos de todos los tiempos es la indiferencia a la verdad que se observa en muchos debates de las democracias. Todo vale para lograr votos, ganar y gobernar. Las campañas están construidas sobre emociones, impactos, apariencias y eslogans muy simples.

Trump tiene 76 años y Biden 80. Viéndole en la entrevista de la CNN daba la impresión de que Trump está más en forma que el presidente Biden. Puede que sean ellos dos los que se disputen la presidencia en noviembre del 2024. Las encuestas del pasado fin de semana dan seis puntos de ventaja a Trump. Fue grosero, altivo y mentiroso. El problema es que cuando alguien proclame la evidencia de los hechos le llamen estúpido, ignorante o desfasado. La mentira cabalga a sus anchas, también en las democracias más sólidas.

Si nada es verdad, dice Timothy Snyder en su elaborado ensayo sobre la tiranía, nadie puede criticar el poder porque no hay base alguna para fundamentar las críticas. Si nada es verdad, todo es espectáculo. Si la fórmula Trump triunfa de nuevo, se extendería a las otras democracias que ya están enviando la verdad al exilio, espero que temporal, de forma más sutil pero no menos peligrosa.

De Estados Unidos hemos copiado muchas cosas positivas. Pero su influencia es todavía tan grande que también irían llegando conceptos tan contradictorios como el del autoritarismo democrático.

Publicado en La Vanguardia el 12 de mayo de 2023

  7 comentarios por “La indiferencia a la verdad

  1. Buen sabado Luis,
    Desde la Segarra, que aun sigue sin llover, y con unos campos que dan pena, es duro leer tu articulo.
    Los que por edad hemos luchado por la democracia, por la division de poderes, por la libertad, el rigor y sobretodo por la verdad, es doloroso leer que un pais que todos «habiamos» admirado, el 7% mas de personas «apuesten por la no verdad»…., soy simplista, lo se…., pero.
    Me pregunto, con tristeza, hacia donde vamos…, es que los sistemas de gobernanza de los paises y los del mundo ya NO NOS SIRVEN?
    Nos esta pasando como en el Barça…???, jajaja
    Bon dia,
    Brunet

  2. Trump me recuerda Hitler, porque por mi edad, lo viví.

    Lo creian, lo seguían y hacian lo que el decía y queria.

    La clave es que les decía lo que ya ellos, querian oir.

    Y Trump, hace lo mismo que Hitler.

    En aquella epoca, hasta la monarquia britaníca iva a fabor de Hitler y el gran capital de todas las naciones idem de idem.

    España entera incluida.

    La ultra derecha mundial con Hitler y la ultra izquierda con el comunismo.

    Pero los super ultras, tanto de izquierdas como de derechas , han matado a mansalva.

    Pero más de la mitad de la población del mundo, nunca ha matado a nadie, en cada nación del mundo.

    • En la tradución del castellano al catalán, existen varios errores graves,provocadospor elprograma que traduce al catalán, desde el castellano. Porque yo he escrito en castellano.

      Por ejemplo: En la 2ª linea dice en castellano : Lo creian, lo seguian y hacian lo que el decía y quería.

      En cambio el programa ha traducido al catalán :

      » Ho creien , el seguien i cap al que el deia i volía.»

      Existeixan altres faltes molt greus de traducció que fa el propi programa, desde el castella a el catalá., pero no les dic totes, ext.

      No val pas, la pena de que el programa faci aquestes traduccións, tan erronies.

  3. Viendo los dos personajes no puedo dejar de pensar que la democracia no sabe escoger el mejor para gobernar. No digamos si miramos los candidatos para alcaldes de Madrid o Barcelona.
    A pesar dé todo, sé que voy a votar y a quien no votaré. Quizás no sepa nunca a quien habré votado. Es lo único a que me da derecho la democracia que tenemos y no voy a renunciar a ello. Echar a lo que hay. Pues eso.

  4. Ochenta años es una buena edad como bien sabe el Sr. Foix. Para escribir, para reflexionar, para disfrutar y redescubrir lo cotidiano, para cuidarse mucho mucho y asi estar en forma per tot lo que encara ens queda per veure.
    Pero no creo que sea ideal para presentarse como candidato a presidir los estados unidos de America.

    Cuando la agenda ya viene marcada por citas medicas y asistencias a salas de vetlla de amigos, conocidos y saludados que abren camino cap el altra mon, podemos aspirar a presidir un club de aficionados a la papiroflexia, una mesa petitoria, la comunidad de vecinos e incluso algun tema menor, como presidir el Barça cuando lo bajen a tercera a jugar con el JabaC de Terrassa que por cierto es donde empezo a darle al balon Sergio Busquets.

    Bon cap de setmana. Sean buenos y les parecera mas largo.

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