Los aliados tienen un precio

Los aliados del PSOE en el gobierno de coalición han resultado ser más incómodos de lo previsto. Pedro Sánchez junto con Irene Montero e Ione Belarra

Los aliados eran imprescindibles para ser investido y para gobernar. Pedro Sánchez echó mano de Unidas Podemos con un efusivo abrazo con Pablo Iglesias, a pesar de haber asegurado que no lo aceptaría en un gobierno suyo por cuestiones de sueño. No creo que Sánchez tuviera presente la soledad de Churchill frente a los bombardeos de Hitler en 1940 cuando dijo que “la única cosa peor que librar una guerra con aliados es intentarla ganar sin aliados”. El primer Gobierno de coalición de la democracia fue por necesidad. Sánchez obtuvo 120 escaños en noviembre de 2019 y solo podía gobernar con aliados.

El PSOE escogía un socio de alianza que ha resultado ser más incómodo de lo previsto y, sobre todo, más exigente en políticas de ingeniería social que condujeron a Pedro Sánchez a abandonar la centralidad política.

Además de Unidas Podemos, se unieron al cortejo gubernamental ERC y Bildu, que apoyaron presupuestos y leyes cuyo contenido no compartían algunas de las viejas glorias socialistas. Los ceses de Carmen Calvo y José Luis Ábalos no se justificaron políticamente. El silencio de Felipe González y las críticas de Alfonso Guerra han tenido un peso político implícito. El único barón que se opuso tímida pero públicamente a las políticas de inspiración podemita del gobierno Sánchez fue el manchego García-Page que es también el único que aguantó el vendaval popular del domingo y seguirá gobernando con mayoría absoluta.

Es cierto que no hay cultura de coalición en los gobiernos españoles. El primer experimento no se hizo con semanas o meses de discusiones y definición de programas como suele hacerse en Alemania, Países Bajos, Bélgica o Suecia. Se hizo con prisas y sin concretar demasiado, dando pie a los coaligados y compañeros de viaje a improvisar leyes y decretos que no estaban en las propuestas electorales de los socialistas. La batalla en las democracias actuales se libra más hoy en una guerra cultural que en un intento de acercarse a las preocupaciones de la gente.

La respuesta de Pedro Sánchez a la debacle electoral socialista del domingo es una reacción política táctica de un estratega cuya supervivencia ha resistido todo tipo de contrariedades. Su manual de resiliencia publicado en 2019 es su hoja de ruta de referencia.

Con su convocatoria inesperada y anticipada supongo que pretende desactivar a los ingenieros de almas de Podemos –una expresión que utilizaba Maxim Gorki cuando enseñaba a los intelectuales europeos las maravillas de la Rusia de Stalin– y, al mismo tiempo, reducir la euforia de Núñez Feijóo y Díaz Ayuso por la contundente victoria popular. Sospecho que seguirá necesitando aliados, pero los querrá atar más corto y que no le reescriban los discursos con iniciativas inesperadas. Las discrepancias en el seno de una coalición son lógicas e inevitables. Pero no se airean en publico día sí y día también.

Lo mismo le puede ocurrir a Feijóo en la hipótesis de que ganara sin mayoría las elecciones del 23 de julio. O coaligarse con Vox o gobernar a la deriva. Todo tiene un precio y, a veces, es alto, inasumible. Ya se verá.

El gesto audaz y quizá temerario de Sánchez es una salida política después de la derrota. Lo mismo cabría exigir a Oriol Junqueras y Pere Aragonès después del revés electoral de ERC que, no se olvide, solo tiene 33 de los 135 escaños para gobernar Catalunya. En un sistema parlamentario esta precariedad no se sostiene. Aquí parece ser que sí.

Publicado en La Vanguardia el 31 de mayo de 2023

  3 comentarios por “Los aliados tienen un precio

  1. Posi les urnes president! i aixis ja la farem ben grossa: eleccions estatals i autonomiques (regionals) al mateix temps. Ole!
    Encara no sabem com anira lo de las alcaldias, les diputacions y las comunitats autonmes despres de lo del diumenge passat i ja estem passant pantalla cap el 23 de juliol que fara fresqueta(!)
    Jo crec que ja toca descararse i si el pedrito vol fer un frankestein 2 aixo esta que contrarestar amb un frankenstein de dretes dretes: PP i VOX sense complexes.
    Oh Oh!
    Els districtes de Barcelona on ha guanyat VOX es Torre Baro i Baro de Viver. Como ho veuen?
    Es te que ser ja beligerant sense complexes i anar a la idea.
    Es la penultima oportunitat.
    Despres aqui a casa nostra ja farem politiqueta mes nostrada, mes de fet diferencial. mes mediterranea, mes de peix al cove, mes… de lo mateix.

  2. EL GRAN FRAU DE COMUNS I PSOE CONTRA TRIAS (JUNTS)

    1.- “Els aliats tenen un preu”, article de Lluís Foix, és aplicable a Barcelona, que per uns és una ciutat provinciana espanyola (PSOE, Comuns, PP, VOX) però per altres és la capital nacional de Catalunya (Junts, ER). Aquesta manca de capitalitat, que té en contra el règim espanyol amb adn franquista, perjudica tot Catalunya en el àmbits econòmic, social, polític, cultural, institucional, internacional…

    2.- Ada Colau (Comuns), també coneguda per Colaufrau, i Jaume Collboni (PSOE), l’home que es presenta com gay per atreure alguns vots, estan disposats a fer tot el possible per cometre un frau polític contra el guanyador de les eleccions municipals a Barcelona, Xavier Trias (Junts).

    3.- Colau i Collboni que es presenten com “progressistes” demanen els vots ulra conservadors de Daniel Sirera (PP) per anar contra Trias. El PP es tant “progre” que acostuma a pactar on sigui amb els ultres de VOX. S’estableix així un curiós lligam PSOE / Comuns / PP / VOX contra el sobiranisme català democràtic i pacífic. Es el lligam del “a por ellos” i de l’actuació policial contra les urnes el dia en que es va celebrar el referèndum d’autodeterminació. El Tractat de Drets Civils i Polítics de Nacions Unides, ratificat pel règim espanyol, reconeix el dret d’autodeterminació dels pobles.

    4.- El gran frau de Comuns i PSOE és una constant. Colau ja va utilitzar informes falsos de les clavegueres de l’estat en un intent d’ensorrar l’honrat Trias. I va pactar amb els ultres de Manuel Valls per anar contra Ernest Maragall (ER).

    5.- El gran frau també és dona en el cas de Collboni. Aquest polític defensa que el PSOE es un partit “progre”. Es a dir, resulta que el progressisme consisteix en el que fa el PSOE, que es el partit dels GAL, de la repressió del 155, del Catalangate, el partit que imposa el castellà i prohibeix el català al Congrés i al Senat…

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