El paraguas europeo

El problema de fondo de las relaciones entre Catalunya y España no son las competencias sino la gestión civilizada de las emociones y sentimientos.

Ya sé que hablar de paciencia en los trepidantes momentos de impactos inmediatos que configuran la vida política es una temeridad inútil. He releído el interesante libro del filólogo vienés Anton Sieberer Catalunya contra Castilla, una mirada desapasionada y sincera sobre la realidad española y catalana que se publicó en 1936 y que Jaume Vicens Vives calificó como la mejor interpretación del movimiento catalanista con todas sus virtudes y sus defectos. Joan Esculies ha prologado la reciente reedición en catalán.

En aquel lejano 1936, ya en plena Guerra Civil, Sieberer escribía que, a pesar de que la República española fuera tan joven, había sufrido ya dos alzamientos violentos, el del general Sanjurjo en 1932 y el de Franco, que dio comienzo a la Guerra Civil. La historia no se repite, pero a veces se asemeja­.

Y lo que decía entonces es hoy de una gran actualidad. Al hablar de la situación previa a la guerra comentaba que “los partidos que salen derrotados de las elecciones no pueden esperar que se convoquen los siguientes comicios y prefieren recurrir a la violencia para recuperar el poder perdido, sin respetar las normas democráticas vigentes en la vida pública en países como Inglaterra o Francia”. La retórica no es siempre inocua.

La paciencia es básica para convivir en democracia. Es lo que los británicos llaman el timing, el hacer las cosas a su tiempo, sin prisas ni arrebatos. El autor ya se extrañaba de que en la vida política de los españoles no hay ni paciencia ni la forma más básica de respeto por las convicciones de los otros, aquello que se podría denominar tolerancia política, sin la cual, a la larga, una democracia no puede subsistir.

Sieberer no conoció a Chaves Nogales, que decía antes de abandonar Madrid en 1937 que no sabía quién ganaría la guerra, pero que después vendría una dictadura que sería de izquierdas o de derechas. El escritor vienés, por su parte, escribía que cuando acabase el conflicto no se alcanzaría una situación de estabilidad definitiva, porque después de tantos muertos “la tragedia más profunda es la de los sacrificios inútiles”.

Mientras la Unión Europea nos proteja de nuestros fantasmas nacionales, también los de Alemania, Francia, Italia y los de la mayoría de estados europeos, no hay que inquietarse más allá de lo necesario.

No cabe esperar, ni entonces ni ahora, la derrota de España o la aniquilación del catalanismo. Tampoco es probable que se corte el nudo de la secesión completa de Catalunya. El autor llega a la conclusión de que no queda otra salida que un acuerdo negociado. Y ahí viene el enigma más difícil de descifrar porque resulta el más complicado psicológicamente.

Se me ocurre que el problema de fondo no son las competencias ni los intereses, sino la administración civilizada de las emociones y sentimientos que superen las atávicas incomprensiones entre la visión que se tiene de España en Catalunya y la que se percibe en Madrid de lo que representa Barcelona.

No comparto el levantamiento del muro de Pedro Sánchez para prevenir la vuelta de las derechas. Un día regresarán y es mejor que haya puentes para que no construyan otros muros antagónicos contra la izquierda. El PP será difícil que gobierne si no consigue al menos una cierta complicidad con Catalunya, sus instituciones y su cultura. Y Catalunya, lo vuelvo a repetir, será imposible que obtenga su independencia en contra de España y sin contar con Europa.

Publicado en La Vanguardia el 13 de diciembre de 2023

  2 comentarios por “El paraguas europeo

  1. No creo que sea suficiente con una cierta complicidad.
    Mas bien un respeto; no insultar, no recoger firmas contra Catalunya…..
    Y un cumplimento total del Estatuto.
    También debe tomar nota el PSOE.

  2. Jaime Peñafiel, Pepe Antich, Pilar Eyre y Lecturas son un cuarteto de alivio y el unico que informa (?) sobre unos supuestos par de cuernos en la testa del borbon.
    Internet y la prensa extranjera ya va que se las pela con el tema mientras el grupo periodistico de un grandedeespaña esta en un sinvivir tremendo.
    Se que en este blog treurem el aigua clara sobre el tema. Si? o poder no toca?
    A la que nos descuidemos tendremos a una cadete de 18 años como reinadespaña y el decreto de la amnistia paper mullat mullat.
    Agarrense.

Comentarios cerrados.