
Hemos pasado de las pugnas dialécticas entre Guardiola y Mourinho a la retórica grandilocuente entre Martino y Simeone. La imagen del portugués que hoy entrena al Chelsea no podrá separarse de aquel insultante dedo que le clavó en el ojo a Tito Vilanova sin venir a cuento. También se recordará el golpe de efecto de…