Suárez, entre dos treguas

Adolfo Suárez, Felipe González y Santiago Carrillo al final de los años setenta

Adolfo Suárez, Felipe González y Santiago Carrillo al final de los años setenta

La muerte de Adolfo Suárez ha establecido una tregua en las tensiones políticas y sociales que agitan la vida del país. Suárez fue muchas cosas a la vez, corrió por muchos pasillos y por espacios libres, era frágil y valiente. Sólo su flaqueza política pudo permitirle dar el salto hacia la democracia desde el franquismo. Un franquista liquidó el franquismo desafiando a la oposición, que no le aceptó nunca, y sucumbiendo a los puñales políticos de los suyos, que acabaron forzándole a abandonar la presidencia del gobierno.

La presidencia de Suárez fue una tregua en la atribulada historia política hispánica, que se ha cobrado el asesinato de cinco presidentes. Se lanzó al ruedo sabiendo que la empresa era difícil por no decir imposible. Fue presa de su valentía y de su soledad. Las piezas básicas de la transición habían sido instaladas y aguantarían el periodo más prolongado de progreso, paz social y libertades que ha conocido nuestra historia hasta hoy.

La prensa fue libre en los tiempos de Suárez y quizás esta sea una de las razones del éxito de la transición que la historia empezará a abordar como es lógico con visiones críticas desde muchos ángulos. La larga enfermedad de Suárez ha coincidido con el principio del deterioro de la forma de hacer política que empezó en los primeros años de este siglo y que ha perdurado hasta hoy.

Los años de gobierno de Suárez fueron una tregua, agitada y cambiante, en la historia del país. Se debatió, se discutió, se tensaron las cuerdas políticas y se resistió un golpe de Estado que coincidió con su abandono de la presidencia del gobierno. Suárez siguió y sólo arrojó la toalla cuando vio que su simpatía ya no se traducía en votos. Se fue también porque había terminado su trabajo.

Paradójicamente, la última tregua la ha protagonizado de cuerpo presente al recibir el reconocimiento póstumo de los que le destruyeron y que ahora le ven como una referencia. Los estadistas siempre son los de antes. Es inútil trasladar las confrontaciones de su época a las de hoy. Pero si Suárez es hoy un referente indiscutible, valdría la pena poner imaginación y valentía para encontrar una salida al contencioso más complejo y difícil como es el encaje de Catalunya en España. No es cuestión de dar golpes de Constitución o de trasladar a la calle la confrontación. Es cuestión de política y de políticos.

Publicado en La Vanguardia el 25 de marzo de 2014

  6 comentarios por “Suárez, entre dos treguas

  1. L.Estape indica : «Suarez, Enrique Fuentes Quintana, Fernández Ordoñez… Hubo mucho mas progresismo este breve espacio de tiempo que en muchos años posteriores. No por ser progresistas, seguramente no lo eran, sino por escuchar, negociar, respetar y consensuar»

  2. Me sorprende que en el alud de opiniones vertidas estos dias sobre Suarez,nadie haya incidido en que él fué el último en ser elegido por el Jefe del Gobierno y el primero en serlo democráticamente.
    A partir de él los partidos se lanzaron rugiendo a la conquista del poder.Y ahí estamos.
    Es evidente que desde entonces el desprestigio de la política y todo lo que la circunda ha ido en aumento,sin que a nadie,le interese mover un dedo.
    Francamente hay dos mundos,dos historias,dos relatos.Al ciudadano de a pie,le resbalan muchas cosas

  3. Suarez ens va portar la democracia pero no la va pilotar .Aquelles que gracies a la sevavs fermesa van obtenir allo wue no podien somniar s `el va n trrurede sobre
    Espanya versus Catalunya com ho hauria gestionat? Només ens ha deixat una pista, una pista que es el fonament de la democracia:portar a la politica allo que esta viu al carrerr….mes clar,l’aigua!!!!!
    Joan martorell

  4. Sr. Foix, penso que ja no hi ha temps per les solucions polítiques, ja que els nostres polítics no saben donar més de si.
    Ara la solució està en mans del poble. Que es defineixi clarament quin futur vol per l’encaix de Catalunya i Espanya.
    No hi donem més voltes. Posem entre tots: polítics, periodistes, organitzacions culturals i socials, …, els mitjans necessaris per a poder fer la consulta tal com l’han pactada les forces polítiques majoritàries de Catalunya.

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