Llega la sobriedad en el fútbol

Por mucho que sea el talento de Messi y Ronaldo no pueden ganar tanto dinero por la sencilla razón que no lo habrá.

A falta de fútbol en tiempo real las televisiones nos sirven partidos memorables como si fueran documentales de la Gran Guerra o del desembarco de Normandía. El inevitable apagón futbolístico nos ha enviado al pasado mientras la gran industria que rodea al más masificado de los deportes ha entrado en un periodo de racionalidad y reflexión sobre el presente y el futuro.

El virus, como las grandes riadas, ha puesto al descubierto la anarquía que se escondía bajo el glamour de los títulos, los fichajes, los millones, las televisiones y las grandes gestas. El sabio Vicente del Bosque decía ayer en este diario que la desgracia debe unir y no desunir. Se refería al clima de división que se ha creado en el país y que es fatal para todos en tiempos de pandemia.

El fútbol no se escapa de las divisiones que ya eran endémicas como la incomprensible pugna abierta entre la FIFA y la UEFA, entre la Liga y la Federación Española de Fútbol y entre las empresas que gestionan los derechos televisivos y los clubs. El tiempo avanza y no hay acuerdos sobre si hay que acabar las competiciones abiertas o preparar ya la siguiente temporada.

Estas discusiones son propias del mundo del fútbol. Pero hay una reflexión básica, muy sencilla, que hay que hacerse y se resume en una célebre pregunta de Josep Pla al contemplar la gran luminaria de Nueva York: “Y esto, ¿quién lo paga?”. El fútbol no generará tantos recursos como para mantener los gastos actuales. Habrá que apretarse el cinturón para vivir con la misma pasión pero desde la sobriedad y austeridad que viene.

Publicado en Mundo Deportivo el 7 de marzo de 2020

  3 comentarios por “Llega la sobriedad en el fútbol

  1. SOBRIETAT I LLIBERTAT EN LA SETMANA SANTA DE CONFINAMENT

    1) La sobrietat ha d’arribar a tothom. Al futbol, al basquet, al tenis, a tots els esports, als mitificats jocs olímpics.

    A la Zarzuela, a la Moncloa, a tots els palaus i centres de poder, als ex presidents que cobren vitalicis.

    A l’exèrcit, a les despeses militars, a la venda d’armament, al Tribunal Constitucional, al Tribunal Suprem.

    A les entitats bancàries, a les grans empreses, als sous dels directius i dels càrrecs de confiança.

    A les entitats de tot tipus, inclosos els mitjans de comunicació, que reben subvencions, fruit dels impostos que paguen els ciutadans.

    La sobrietat es compatible amb sous i despeses dignes i justes.

    2) Sobre la sobrietat podem llegir l’Evangeli a casa en aquesta Setmana Santa de confinament… Jesús diu als seus deixebles… “Mireu els ocells del cel: no sembren, ni seguen, ni recullen en graners, i el vostre Pare celestial els alimenta. ¿No valeu més vosaltres que no pas ells?” (Mateu, 6, 26).

    3) Paraules evangèliques senzilles i exigents d’una sobrietat que dona llibertat d’esperit. Missatge oportú perquè després de la pandèmia del coronavirus estarà en joc si es vol un estat autoritari i repressor… o si es considera que el benestar social es compatible, més solidari i està més assegurat amb el respecte dels drets i les llibertats de totes les persones i de tots els pobles.

    • Sin que sirva de precedente (bis) estoy de acuerdo y ademas me ha gustado.

  2. Efectivamente ya toca, pero tampoco va a ser muy grave para los «afectados»
    Un poco de populismo, pero son datos: lo que los señores de la foto ganan en un dia (cada uno de ellos) un sanitario de nomina normal, lo gana en cinco años.
    Lo «gana» no es correcto del todo: lo cobra y/o se lo pagan.
    Vamos a ver si tenemos memoria cuando todo se «normalice», para esto y para muuuuuchas cositas.

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