Merkel y la Europa social

La canciller Ángela Merkel es una pieza clave para la recuperación de la crisis europea como consecuencia de la pandemia que ha causado una grave recesión económica.

Para salir de la inseguridad económica, física y política en este periodo de convalecencia en el que estamos es preciso, antes que nada, recuperar la confianza en la capacidad humana de vencer el miedo y superar la crisis. No hay recuerdo de que dos tercios de la humanidad quedaran confinados al mismo tiempo por un virus que ha paralizado la movilidad de cientos de millones de personas.

Ha sido y es peor que una guerra porque se desconoce por ahora cómo detener la capacidad destructiva del coronavirus. La sociedad global, con todos sus avances espectaculares, está a la defensiva y las medidas que adoptan los gobiernos son solo cautelares, indicando que pueden ser revocadas en el mismo momento que aparezca el monstruo en una pequeña colectividad.

Este trastorno de dimensiones mundiales ha alterado las relaciones humanas y las de los pueblos. En la amplia encuesta anual del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores reseñada por Xavier Mas de Xaxàs en estas páginas se llega a la conclusión de que la mayoría de los europeos se han emancipado de hecho del paraguas militar, económico y financiero de Estados Unidos.

Uno de los cambios producidos en el mundo desde el 2016 es el que ha propiciado Donald Trump al anunciar y aplicar hasta donde le ha sido posible el “América primero”. Estados Unidos ha dejado de ser indispensable por incomparecencia voluntaria en los foros internacionales, desde la alianza para la defensa colectiva hasta el cambio climático, el comercio mundial y todas aquellas instituciones que fueron propuestas y lideradas por Washington como principal vencedor de la guerra contra Hitler y posteriormente defensor de las democracias liberales en contra de los totalitarismos en Rusia y China.

Europa debe mirar por el retrovisor cada vez que se propone ofrecer fórmulas que alivien la orfandad en la que nos encontramos. Hay tantos cadáveres perdidos inútilmente por el camino que es mejor ser muy cautos. Hoy empieza el turno de Alemania para presidir la Unión Europea en los próximos meses. Angela Merkel es la estadista incuestionable y la que ha interpretado la gravedad del momento en una Europa que ha perdido Gran Bretaña y observa con inquietud lo que ocurre en Hungría, Polonia y otros países más nuevos en la UE.

Merkel se ha comprometido a lo que todos los cancilleres desde Adenauer han llevado a término, levantando bien alto la bandera europea por dos razones fundamentales. La primera, porque no se fían de su propia historia, y la segunda, porque necesitan la complicidad de Francia y de Europa para sobrevivir en paz.

Hace poco más de un mes la canciller declaró que “el Estado nación no tiene futuro. A Alemania solo le irá bien a largo plazo si a Europa le va bien”. La decisión adoptada conjuntamente con Emmanuel Macron de hacer frente a la crisis económica con inversiones multimillonarias para equilibrar las economías del norte y del sur es la salida más inteligente y más práctica. Relanzar un plan europeo que permita superar la crisis económica y social es ahora la única prioridad. Está en la línea del pensamiento inspirado por Adam Smith cuando afirmaba que “ninguna sociedad puede prosperar y ser feliz si la mayoría de sus miembros son pobres y desdichados”. El capitalismo ha perdurado, simplificando mucho, por haber creado riqueza y por distribuirla con la mayor equidad posible.

El secreto de la perdurabilidad del new ­deal de F.D. Roosevelt es haber reequilibrado las desigualdades producidas por el capitalismo que llevó al cataclismo de 1929. Sin educación al alcance de todos y sin un salario digno no hay democracia aceptable. El capitalismo social renano de los años se­senta, fruto de los pactos entre socialde­mócratas y democristianos, puso los cimientos del Estado de bienestar, la gran aportación social europea a la civilización en el siglo pasado.

Thatcher y Reagan construyeron un mundo cuyo principal gurú resultó ser Milton Friedman y sus colegas de Chicago que aglutinaron a su alrededor a un espectacular número de economistas que se postraron a sus pies y difundieron la buena nueva que nos condujo a la crisis del 2008.

Son los mismos, más o menos, que ahora divulgan el pensamiento de John Maynard Keynes como antídoto a los excesos individuales en contra de unas clases medias que engrosan las listas de los nuevos pobres.

Decía el malogrado Tony Judt que no importa lo rico que sea un país, sino lo desigual que sea. Ponía el ejemplo de Suecia y Finlandia, dos de los más ricos del mundo, en los que la diferencia entre los que más tienen y los que de menos disponen es muy pequeña. Estados Unidos gasta grandes sumas en sanidad y su esperanza de vida es inferior a la de Bosnia y un poco superior a la de Albania.

Europa ha de buscar el equilibrio perdido. El capitalismo chino no favorece la vida de las masas, sino que contribuye más y mejor a su represión. Acabo con Judt: “Es mejor ser libre que vivir en un Estado eficiente de cualquier color político si la eficiencia tiene ese precio”. Todo el mercado posible y todo el Estado necesario, Keynes dixit.

Publicado en La Vanguardia el primero de julio de 2020

  15 comentarios por “Merkel y la Europa social

  1. Sr. Foix y compañeros/as del blog : Estoy totalmente de acuerdo en todo lo que opináis sumado. Pienso idem de todo.

  2. El susto es planetario y ante el despiste de los que gobiernan, el miedo se expande al tiempo que se contrae la libertad.
    El vaiven parece que esta por empezar, o no, y esto es lo peor, la incertidumbre.
    En un no_nada podemos volver al estado de excepcion, que al perpetuarse pasara a ser esta nueva normalidad de la que todo el mundo habla y nadie conoce.
    El futuro es un tunel (y no el de la risa)

    • Hasta la vacuna, bien sabemos que el proceso se puede repetir. Ademas el caballo de Troya pueden ser los turistas. Hay que esconder la realidad. Pero no hay que avanzar advertencias, para que despues puedan decir que hay personas que hablan a toro pasado….capitan no se que , les llaman

  3. AMERICA FIRST, ESPAÑA PRIMERO. BUFFF…

    1. Donald Trump aplica la seva política presidencial, “America first”, a la crisi del coronavirus. Una postura criticada des de les perspectives de la bona política, la solidaritat, la llibertat, l’ètica. També a la península ibèrica s’erigeix la “España primero” com objectiu prioritari a aconseguir aprofitant la pandèmia letal, el confinament i la profunda crisi econòmica i social que ja ha començat.

    2. Les institucions espanyoles, el seu Govern PSOE/Podemos, l’oposició del trifachito (PP, VOX, Ciudadanos) poden tirar-se els plats al cap però sempre deixant clar que “España primero”… L’Espanya una… d’arrels predemocràtiques.

    3. Per això hi hagut en aquests temps una visible presència militar en diàries rodes de premsa, al carrer, als mitjans de comunicació… Per això el president Pedro Sánchez es va auto erigir com “mando único competente” en la gestió de la crisis… Per això la Moncloa va prescindir del constitucional estat de les autonomies i es va apropiar de les seves competències… Per això el PSOE dels GAL i del 155 ja ni parla d’un federalisme espanyol que mai ha existit… Per això tot porta a recuperar el règim pre democràtic on era mes còmode estar al servei submís de la “España primero” per damunt dels drets, les llibertats i el benestar de la ciutadania. Bufff

    4. Cal tenir en compte una afirmació recent d’Angela Merkel: “L’estat nació no te futur. A Alemanya només li anirà bé a llarg termini si a Europa li va be”. Consideracions per aprofundir les idees de la cancellera… Espanya i altres, que es presenten com estat nació, no tenen futur. Cap estat renuncia a ser estat. Te lògica que nacions com Catalunya aspirin a ser estat. El futur passa per Europa, l’Europa dels pobles.

  4. Sr.Foix: Hay un guión tras la destrucción de la clase media que estamos viviendo ultimamente…

  5. Deberíamos pedir que se forme una Confederación con la Sra. Merkel como presidenta. El capitalismo renano es muy superior a la capuza neoliberal que no tiene en cuenta la conducta humana y confía en una mano invisible que es solo una frase, una narración que no ocurre en la realidad.

    El virus es un ser vivo, y como todo ser vivo se adapta por mutación; esto hace que sea más complejo combatir su expansión. Pero algo ha quedado claro: no podemos continuar destrozando ecosistemas deforestando selvas, bosques y viviendo en ciudades enfermas por sus condiciones ambientales.

  6. Si politica industrial europea, coordinada no hay futuro– Sin modelos de 4-5 Helices. –Sin las acciones de industrialización como Corea. –Sin la F.P de Suiza y Alemania. NO Tenemos futuro.
    No hay dos opciones, ni un plan B, solo hay una opción, que Alemania y Francia coordinen una reindustraiización verde. No es cuestión de dar mas prestamos a España y que se endeude mas sin solucionar sus problemas estructurales.

  7. La economia social de mercado, el ordoliberalismo aplicado en Alemania despues de la 2 G.Mundial, mas el plan Marshall, son un referente. Ahora no queda mas remedio que un New Deal Verde, en nuestro acaso de España apuntarnos al carro, previas reformas estructurales

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