La mentira patriótica

El drama del coronavirus ha tapado la indolencia de los ingleses para pactar una salida inteligente de la Unión Europea. Boris Johnson ha sido el principal responsable de la ejecuciòn de la ruptura.

Es evidente que la salida del Reino Unido de la Unión Europea no será amistosa ni beneficiará a ninguna de las dos partes. Los pueblos y sus líderes saben perfectamente lo que no deben hacer y, sin embargo, lo llevan a cabo con una frivolidad espantosa produciendo los efectos contrarios a lo que pretendían. Es la muy citada tesis de la historiadora Barbara Tuchman, que la estudió desde el imperio español de Felipe II hasta la equivocada guerra de Vietnam de Estados Unidos.

Hace unas semanas el ex primer ministro John Major escribía un largo artículo en The Spectator, el semanario que viene publicándose desde el año 1828 y que refleja el pensamiento conservador que podría proclamarse heredero de Edmund Burke. Colaborar en esta revista política y cultural puede ser un trampolín para llegar a altos cargos de la administración pública. Sin ir más lejos, Boris Johnson fue su director antes de ser elegido alcalde de Londres y luego llegar a ser primer ministro como consecuencia del fiasco producido por el Brexit.

John Major resumía la idea de que “no somos una gran potencia y no lo volveremos a ser nunca más. Somos, eso sí, una gran nación, pero si continuamos comportándonos como una gran potencia pronto dejaremos de ser una gran nación”. Detrás del caos producido por una nueva cepa de mutación del virus que ha obligado a un confinamiento de Londres y de buena parte del sur de Inglaterra se esconde el tictac del reloj que el día 31 de diciembre tendría que poner fin a 47 años de pertenencia británica a la Unión Europea.

Casi todos los primeros ministros británicos, desde Macmillan en 1963 hasta Boris Johnson probablemente dentro de poco, se han despeñado por los acantilados de Dover pensando que estaban en Europa para controlarla, dominarla y dividirla, como habían hecho con gran habilidad desde las guerras napoleónicas.

La Covid-19 ha tapado la bomba de relojería de un Brexit brusco si no se alcanza un pacto antes de final de mes. John Major fue un anti-Brexit militante durante la campaña y ahora, con los hechos en la mano, expone el engaño que supuso aquel impulso de las élites conservadoras para desvincularse de Europa con mentiras de calibre grueso. Uno de los aspectos positivos del virus, si se me permite la metáfora, es que, aparte de matar a más de un millón de personas en el mundo, ha destrozado también a aquellos líderes en las democracias liberales que habían recurrido sin pudor a la mentira para ganar elecciones, destruir al adversario y presentarse como providenciales salvadores de la patria.

No era verdad. Sobre la mentira no puede edificarse nada sólido. John Major escribe que se prometió que se seguiría en el mercado único y no va a ser así; se dijo que las relaciones comerciales con la UE serían suaves y sin fricciones y no será así; se prometió que se ahorrarían miles de millones de libras que se dedicarían a la sanidad británica, con un autobús rojo de dos pisos paseando este eslogan por el país, y la verdad es que el Brexit tendrá un coste de miles de millones de libras para los británicos, y se prometió también que se establecerían tratados comerciales bilaterales con Estados Unidos, India, China y otros países y, aparte de Japón, no hay nada firmado con nadie.

La interdependencia es hoy inevitable para el progreso y la convivencia entre los pueblos. Hace bien el negociador europeo, Michel Barnier, en agotar todas las posibilidades para evitar una ruptura brusca porque el Reino Unido forma parte de Europa por su cultura, su peso económico, su experiencia y su historia. Pero si quieren irse dando un golpe de puerta, será inevitable un desenlace traumático.

Los británicos han hecho lo que han querido en este casi medio siglo de pertenencia a la UE. No han querido estar en Schengen ni formar parte del euro. Entraron como contribuyentes netos y Thatcher se salió con la suya con el mantra de “Give my money back”. Y lo consiguió.

Este gesto de salirse de Europa de forma abrupta amenaza la misma existencia del Reino Unido con una Escocia que vuelve a pedir un referéndum de independencia y con un Ulster tentado de permanecer en Europa acariciando la idea de unirse a la República de Irlanda. No hay que olvidar que tanto en Irlanda del Norte como en Escocia el Brexit perdió por goleada.

No es una victoria de Europa, pero sí una derrota de los ingleses, que en la primera crisis de carácter global como es la planteada por el coronavirus se encuentran aislados y dependiendo del entramado empresarial, turístico, académico y político que se había entretejido con la Europa continental. Francia y Alemania, hasta ahora, juegan la carta europea a modo de tabla de salvación olvidando y perdonando todas las hostilidades mutuas del pasado. Sin perdón y sin olvido es imposible la convivencia política.

La crisis que vendrá después del coronavirus cambiará nuestras vidas y modificará las relaciones entre los pueblos. Las emociones nacionales son inevitables y hasta convenientes. Pero no a costa de ir en contra de la racionalidad en las decisiones de los actos públicos y, mucho menos, por los caprichos de las élites que experimentan con los intereses de pueblos enteros abusando de la mentira patriótica.

Publicado en La Vanguardia el 23 de diciembre de 2020

  7 comentarios por “La mentira patriótica

  1. NO S’EDIFICA UNA POLÍTICA SÒLIDA SOBRE LA MENTIDA

    L’autor de “La mentida patriòtica” escriu: “Sobre la mentida no pot edificar-se res sòlid”. D’acord. Val la pena apuntar algunes mentides del règim espanyol.

    1. Deien… tots els projectes poden defensar-se pacíficament en democràcia. Però hi ha polítics i ciutadans perseguits per promoure pacíficament el projecte sobiranista català.

    2. Diuen… no hi ha exiliats i presos polítics al règim espanyol. Però els polítics i dirigents cívics catalans que estan a la presó i a l’exili són condemnats i perseguits per promoure un projecte polític. Els exiliats catalans son respectats com demòcrates pacífics a la Unió Europea on viuen en llibertat mentre que els seus companys presos son tractats pel règim espanyol com perillosos criminals violents.

    3. L’establishment espanyol no ofereix una proposta política alternativa al sobiranisme català. La resposta espanyola és el menyspreu i la repressió institucional, judicial, policial, mediàtica.

    4. El poder establert ho nega… però hi ha clavegueres de l’estat, guerra bruta, “policia patriòtica” que defensa la seva idea de pàtria (“a por ellos) i no la convivència en llibertat.

    5. Les forces polítiques i econòmiques del postfranquisme defensen per tots els mitjans l’establishment immobilista. No accepten que l’actual monarquia fou imposada pel dictador Franco en la persona de l’avui campechano fugat per fosques raons econòmiques i de faldilles.

    6. El PSOE diu que es republicà. Però aquest partit s’ha convertit en acèrrim defensor dels borbons i avala el comportament de Juan Carlos I

    7. El PSOE diu que es federal. Però aquest partit mai ha federal res ni com oposició ni com govern, i s’ha convertit en una força centralitzadora.

    8. El règim afirma que el castellà està discriminat a Catalunya. Però, per exemple, està prohibit expressar-se en català al Congrés i al Senat d’Espanya mentre que s’utilitzen català i castellà al Parlament de Catalunya.

    9. L’establishment espanyol sosté que l’estat defensa de forma justa l’economia catalana. Però, per posar un exemple, l’estat espanyol vol que el determinant eix del Mediterrani passi pel centre peninsular, i no pel Mediterrani.

    10. L’estat espanyol sosté que defensa els drets i les llibertats fonamentals. Però amaga que viola els articles 10.2 i 96.1 de la Constitució que l’obliga a respectar la Declaració Universal dels Drets Humans i els tractats internacionals, que formen part de l’ordenament intern, i que inclouen l’autodeterminació dels pobles com Catalunya.

  2. El Furer Her Trump i el otro Furer Her Jhonson con sus mentes bipolares, sus mentiras enbusteradas, sus codicias y afan de poder ejecutivo, sin limites, … estan conduciendo, inapercibidamente al mundo actual a un enfrentamiento, que si no le ponen freno, nos puede llevar, sin remedio a la 3ª Guerra mundial. Aunque no lo parezca.

    Solo formulo un presentimiento mental clarividente. Hitler empezó como ellos. Porque tambien tuvo sus colaboradores creyentes, que le apoyaron incondicionalmente, dispuestos a ejecutar, sin protestar, todas sus ideas y afirmaciones, ect.

    Y el resultado fueron 60.000.000 de muertos, tambien 6.000.000 de judios exterminados criminalmente, junto tambiéncon otros grupos raciales, como los gitanos, ect…. todo en la 2ª Guerra mundial.

    Pero antes, la sociedad entera vivia en la Luna y dormia en la paja, confiados y tranquilos.

    Y no se lo tomaban en serio a Adolf Hitler.

    Asi fué… Yes…Sir.

  3. Este articulo es de premio. El Sr. Foix esta en plena forma.
    Feliz Navidad para todos!

  4. Buen artículo.

    El Reino Unido ha optado por recibir las consecuencias de una guerra sin que nadie le haya declarado ninguna. Ellos mismos se han puesto en una mala posición pero los demás no debemos pagar sus aventuras.

    Saludos cordiales,

    Francesc

  5. Sr.Foix : Estoy de acuedo en todo. Pienso que antes que los Británicos, …en España haciamos exactamente lo mismo en todo el mundo.

    Recordemos cuando Carlos I de España y V de Alemania, decian que en el imperio español, no se ponía nunca el sol.

    Esto significaba muchas guerras, muchas leuchas, muchisimos miles y miles de ciudadanos españoles, haciendo de soldados, defendiendo con su cuerpo y muriendo para el Rey, la nobleza y elPoder de la oligarca dominante de España.

    Además con la bendición Urbi et Orbi de la Iglesia y de la tolerancia y aceptación de la Sociedad. Guerras en tierras lejanas, incluida la esclavituda, ect.

    Solo decimos la verdad de la historia, que ademasse repite generación tras generacion, porlos siglos de los siglos.

    Ahor aexiste la esclavitud moderna, que está ante nuestros ojos, pero no la vemos. Pensemos y la veremos….

    Yes…Sir.

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