El espectro del hambre

La guerra dificulta la normal distribución de alimentos a países alejados del conflicto. Un 30 por ciento de cereales procede de Ucrania y Rusia.

Hay momentos en los que la historia parece dudar y no sabe qué camino tomar. Pero los hechos no son inocuos y trazan el futuro siempre insospechado como si fuera una rutina. Los políticos miran a las siguientes elecciones y no a las próximas generaciones, mientras que el periodismo explica lo que ve dando palos de ciego sobre futuros imaginarios.

No se conocen las consecuencias de la guerra que Putin ha iniciado en Ucrania. Cuenta Edgar Morin en su libro Histoire(s) de vie que cuando se celebró la reunión de Munich en 1938 entre Hitler, Mussolini, Chamberlain y Daladier, cediendo a Alemania la tierra de los Sudetes, se pensó que se había alcanzado la paz en Europa sin darse cuenta de que era el comienzo de una nueva etapa para la terrible guerra mundial que vendría menos de dos años después.

Nadie sospechaba hace unos meses que la artillería volvería a hacer temblar tierras europeas. Ni que se podría producir una guerra de atrición, destructora de personas, infraestructuras y comunicaciones que devastaría ciudades y pueblos enteros.

Una guerra que comenzó localmente en medio de la globalización, con sus drones, sus armas de precisión, sus muertos esparcidos en fosas comunes y sin enterrar. Lo más grave, como en muchas guerras, es que es difícil detener la brutalidad porque la agresión de Putin choca con la resistencia de Zelenski y la determinación de Occidente para que Ucrania no vuelva a depender del Kremlin. Nunca es tarde para detener esta locura. Solo hace falta querer.

Mientras tanto, la salida de cereales ucranianos y rusos a través del mar Negro está bloqueada por distin­tas razones por Turquía, Rusia y la misma Ucrania. Los precios de la energía y los alimentos suben, la hambruna se asoma en los países más pobres, las tensiones sociales provocarán inestabilidad política y las sociedades de la abundancia tendremos que convivir con la precariedad. António Guterres, secretario general de la ONU, habla del espectro de una falta de alimentos global.

La fabricación de armas sigue a un ritmo frenético para ganar la guerra y no para conseguir la paz. El poeta y lírico alemán Hölderlin dejó escrito que “allí donde crece el peligro, crece también lo que salva”. El mundo no se acaba, pero será muy diferente, inesperado e irreconocible.

Publicado en La Vanguardia el 20 de mayo de 2022

  4 comentarios por “El espectro del hambre

  1. Gobierno y sindicatos acuerdan la creacion de 30.000 plazas de empleo publico.
    Los sindicatos son una gestoria y una agencia de colocacion. Y una mafia.
    Mas voto cautivo, mas burocracia, mas corrupcion.
    Un desastre.

  2. El precariado es la nueva «clase» social emergente en un mundo violento y egoista.
    Los norteamericanos fabricando armamento a destajo y con el monopolio de las energias «libres» son una vez mas los ganadores de esta traca.
    Comeremos kk, pero no se si habra para todos.

  3. Creo que el mundo sera muy parecido, y dependiendo del lado del mundo que te toque vivir contaras una u otra historia, dependiendo del lado tecnologico contaras una u otra historia. Por desgracia episodios como el actual que debían cambiar el rumbo para bien o para mal hemos visto muchos, y volvera a pasar una y otra vez mas

  4. Pienso que hasta que Putin, no tenga los 80 años, no parará. Igualmente no pararán todos los demas oligarcas, poliarcas y demas especimenes del mundo, en seguir jugando con la guerra y el poder del dinero, ect.

    Enmedio viviremos millones y millones de muertos por la guerra, el hambre, ect.

    Solo la edad les hará ver la enorme y horripilante carniceria humana. ect.y lo inutil e inneceario de los años de guerra que habrán transcurrido, ect.

    Solo cuando se miren al espejo del alma y recapaciten locriminales que habrán sido.ect.

    Pero tiene que ser asi y será asi.

    Lástima.

Comentarios cerrados.