
El debate va cambiando de temas, de palabras y de escenificación mediática. El derecho a decidir, el referéndum o la misma independencia ya no constan en el argumentario. La pantalla del momento se encuentra en Bruselas y en cómo desactivar la imposible presidencia de Puigdemont, que quiere salir airoso del desaguisado que él pudo evitar…










