
El complejo momento político requiere calma, reflexión, tranquilidad. Menos tertulianos y más pensadores. No me cansaré de repetir lo que el gran liberal Isaiah Berlin decía sobre nuestra época. No necesitamos, decía, más fe, una dirección más severa o una organización más científica, sino, por el contrario, menos ardor mesiánico, más escepticismo culto, más tolerancia…